Fue un privilegio contar con la presencia de LIDIA que para muchos/as es simplemente la feminista (porque feministas hay muchas, pero la feminista, en singular, sólo puede ser ella) tiene una vida desbordante y llena de sorpresas. Contundente, huracanada, lista, lo que más llama la atención de esta mujer es su constante ejercicio de la sinceridad. Se trata de una actitud tan inusual como envidiable. Y es que Lidia no se muerde la lengua ni contiene ningún gesto.